martes, 17 de julio de 2012

El paciente no tiene tiempo de asimilar la información de su tratamiento

El nombre de Valentín Fuster ya es un clásico de los cursos que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, pero cada año el Director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, entre otros cargos, renueva sus clases magistrales con los avances que la ciencia ofrece en su campo y con sus últimos proyectos e investigaciones. "Vienen muchos alumnos y, en cierta manera, uno tiene la impresión de que puede motivar a estos jóvenes para que mañana tengamos grandes investigadores", explica después de la clausura del ciclo 'Cuatro herramientas para abordar la transición de la enfermedad a la salud: imagen, genética, regeneración tisular y estilos de vida'.

"Cada vez hay más enfermedad", afirma sobre la pandemia cardiovascular, pero el reto de cualquier médico pasa por ganar el pulso a las enfermedades y "evitar que muera antes de tiempo el enfermo". Fuster considera que la crisis económica actual y el envejecimiento de las personas van a hacer que sea imposible mantener el tratamiento actual de la patología y pone un dato encima de la mesa: sólo un 1% de la población cumple con los siete factores saludables imprescindibles como son no fumar, practicar ejercicio regularmente, no padecer obesidad, tener la tensión arterial adecuada, no padecer diabetes ni presentar cifras altas de colesterol y seguir una alimentación adecuada.

Para Fuster, "los factores de riesgo provocan la vascularización cerebral y, con ello, se influye en otras enfermedades como la senil", señala para explicar la dirección que sigue la investigación, además de la búsqueda de la patología subclínica. En esta última tarea, se utilizan las técnicas de imagen que permiten ver "más enfermedad cardiovascular" de la que se piensa. Fuster apunta que es una realidad que a mucha gente no le gusta saber, pero que es clave para cambiar la conducta de aquellas personas que la padecen.

El ejercicio físico, el primer paso para tener un corazón saludable

"El ayudarnos unos a otros puede tener una influencia importante para cambiar hábitos de vida perjudiciales en una sociedad consumista, rápida, donde no hay tiempo para desarrollar una vida sana y prima la obesidad y la falta de ejercicio", afirma.

Por ello, uno de los proyectos científicos que tiene en marcha es el de los grupos de autoayuda. "El concepto es muy parecido al de Alcohólicos Anónimos. Vamos a ver si tiene éxito", prosigue. Con ellos, se busca que gente a los que se les haya detectado determinadas patologías cardiacas puedan hablar entre ellos para ver cómo pueden mejorar su salud. Para Fuster, una de esos factores decisivos que ayudan a alguien a llegar a viejo con buena salud es el de la actividad física. "Desde el punto de vista emocional tiene una influencia. En el momento que comienzas a hacer ejercicio físico es más fácil que tomes conciencia de otros factores que pueden ser negativos para la salud", señala.

Para los que ya han sufrido un episodio cardiovascular y han sobrevivido, llama la atención la falta de adherencia a la medicación. Considera que uno de los motivos es el poco tiempo del que disponen los especialistas para explicar las características de los fármacos. "Al paciente no le da tiempo a asumir la información, consulta después en internet, se asusta con los efectos secundarios y se convierte en su propio médico", señala, y pone de manifiesto que el sistema tiene que cambiar para que exista una verdadera comunicación con el paciente.

Fuster no considera que la medicina personalizada sea el futuro en el campo cardiovascular, y apuesta por una 'polipíldora' que contiene los tres principales fármacos de prevención secundaria en una dosis. El propio cardiólogo la ha desarrollado junto a los laboratorios Ferrer y ya se ha comercializado en cuatro países a falta de que se acepte también por la FDA y la EMEA, la agencia de medicamentos estadounidense y europea respectivamente.

Valentín Fuster, entre sus múltiples ocupaciones, desempeña desde hace unos días el papel de Presidente del futuro Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad en España. Todavía no tiene los datos suficientes, pero después de haber asesorado a varios gobiernos y organismos internacionales considera que cada lugar requiere una solución diferente y cada sitio tiene una solución local. "Lo que queremos hacer, lo que queremos hacer bien. Y sobre todo ha de ser simple y sencillo porque si no, no se puede llegar a ningún sitio", concluye.

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