lunes, 11 de junio de 2012

Una página para los hijos de donante de esperma

En 2010, la película 'Los chicos están bien' contaba la historia de cómo los hijos adolescentes de una pareja de mujeres, concebidos gracias al semen de un donante anónimo, reaccionaban de distinta manera al descubrir, tras alcanzar la mayor la mayoría de edad, la identidad de su padre biológico. La película puso sobre la mesa un tema poco tratado: los sentimientos de los hijos fruto de esperma anónimo con respecto a su poco convencional (aunque cada vez más común) forma de concepción.

Para la joven música Alana Stewart, hija de una madre soltera que decidió concebirla con este método, la expresión de los sentimientos al respecto se ha convertido desde hace unos años en una obsesión.

Stewart se declara abiertamente contraria a la donación anónima de esperma de la que ella es fruto y que se calcula que permite el nacimiento al año de entre 30.000 y 60.000 niños en EEUU (no hay cifras en España, aunque en la vecina Francia, donde sí hay un registro, el número asciende a 40.000 desde que se generalizó la técnica). Entre las razones a las que alude se encuentra sobre todo la incapacidad legal de saber la identidad del donante de esperma, algo que sólo se puede conseguir tras complicados trámites y sólo si el donante accede. En España, la ley es aún más estricta, y sólo si existe una enfermedad que requiera saber quién es el padre y un juez lo ordena, los médicos (nunca el hijo) podrán averiguarlo.

Alana, que ha participado y puesto música a un polémico documental sobre este asunto, Día del padre anónimo, está preparando una película de ficción que narra la historia de una joven hija de un donante de esperma anónimo que dona sus propios ovocitos para conseguir dinero para localizar a su padre biológico.

Mientras tanto, ha puesto en marcha la página Anonymous.org que invita a todos los estamentos relacionados con la reproducción asistida (hijos de donante de semen, de madres de alquiler e incluso médicos especializados en técnicas de reproducción asistida) a contar su historia, respetando el mismo anonimato al que tienen derecho los donantes de esperma. "Mientras que el anonimato en la reproducción lo que hace es esconder la verdad, el anonimato a la hora de contar historias ayudará a revelarla", se afirma en la web.

Entre las historias que se cuentan, predominan las de hijos que se dirigen a sus padres biológicos, expresando lo mucho que les gustaría saber su identidad. Pero también hay otras que desmienten la filosofía de la promotora de la web, como la de la joven que logró conocer a su hermano biológico y cuenta cómo su relación se convirtió en una peligrosa codependencia emocional.

En un curioso apartado, aún con pocas entradas, los profesionales de la fertilidad también pueden expresar sus comentarios, como el de una psicóloga especializada en reproducción asistida y madre de una niña adoptada que, a pesar de su profesión, declara "no entender" la necesidad de gestar un hijo biológicamente no propio, estando legalizada la adopción.

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