viernes, 18 de mayo de 2012

Entrevista a Jordi Candel, el doctor hambre

Si mientras se sacaba la carrera de Medicina en la Facultad de Valencia y, de vez en cuando, daba patadas a un balón, alguien le hubiese dicho que iba a estar en primera línea médica de la Selección Española campeona de la Eurocopa de 2008, posiblemente nunca se lo hubiese creído.
Pero a sus 54 años, el doctor Jordi Candel, con su master en Medicina del Ejercicio Físico y del Deporte bajo el brazo, cuenta con un curriculum médico y 'deportivo' envidiable. Tanto que actualmente es una de las figuras más respetadas en el mundo de la salud deportiva.
Bajo su batuta -o fonendo- el doctor Candel llegaba a la Selección con dos ligas, una Copa del Rey, una Supercopa de España y otra de Europa y una Copa de la UEFA en los 10 años (de 1995 a 2005) en la primera etapa de su periplo médico en el Valencia F. C. En 2009 volvía otra vez como jefe médico al Valencia, con la idea de repetir los éxitos pasados.
Aunque en sus inicios futbolísticos ya había formado parte de la Federación Valenciana de Fútbol, el equipo 'che' representó su primer trabajo de campo con jugadores de élite. "Por aquel entonces la medicina deportiva no estaba integrada en los clubes, no se le daba la importancia necesaria", recuerda este doctor de Alzina (Valencia). "Pero en aquellos años salimos de las universidades una hornada de médicos que iniciamos el camino de lo que hay ahora", explica.
A lo largo de este tiempo esta especialidad médica ha ido evolucionando. "El mayor cambio que se ha hecho en este campo es la objetivación de las variaciones de los jugadores", comenta. "Ahora tenemos datos con los que poder estudiar a cada futbolista. Con ellos conocemos sus alteraciones físicas y hormonales y esto es importante para saber hasta qué ritmo puede aguantar y nos indican a quién se puede apretar más o menos, algo muy importante en competiciones tan largas y exigentes como la Liga", señala.

70 partidos por temporada

Una información valiosa con los cambios que se están produciendo en el 'deporte rey'. "Hay que tener en cuenta que cada temporada nos preparamos para jugar en tres competiciones y después vienen los partidos de pretemporada. Si en medicina deportiva se destaca que unos 62 partidos es ya toda una barbaridad, en el Valencia podemos estar hablando de jugar unos 67-68 encuentros, dos a la semana si todo va bien, a lo que hay que añadir las giras de pretemporada. Y además, podemos tener jugadores que vayan a sus selecciones... toda una locura para la que hay que estar preparado. Por ello hay que estar encima de los futbolistas haciendo analíticas, cuidando su alimentación, etc.", indica.
Actualmente, de aquella hornada transgresora se ha pasado a un grupo compacto y habitual al que se le consulta diariamente la planificación de trabajo. En el Valencia, cinco médicos del deporte, dos intensivistas (que se turnan para estar en el campo en cada partido), siete fisioterapeutas y dos enfermeros forman el equipo médico. "Cada día, dos horas antes de que lleguen los jugadores a los entrenamientos, nos reunimos para para ver las incidencias de la jornada anterior y preparar el trabajo del día. Después hablamos con los entrenadores y pasamos consulta a los jugadores para ver si les pasa algo", explica.
Hechas estas reuniones, las líneas de actuación más importantes para este médico se concretan en la nutrición (cada tres semanas vigilan los niveles de grasas de los futbolistas, que además cuentan con dietas personalizadas, y cada día hay control de peso); la fisiología, es decir, cómo se adaptan los futbolistas al esfuerzo que realizan y cómo se puede aumentar su capacidad de rendimiento; y la mecánica, trabajo que se suele centrar en las tareas de prevención donde se hacen estudios de carrera, marcha, fuerza, estabilidad de los tobillos y demás.
"La idea es anticiparnos o reducir el tiempo de recuperación de las lesiones. En fútbol, las más comunes son las musculares y las roturas. Los isquiotibiales, los cuádriceps, los gemelos y las sobrecargas están a la orden del día", asegura.
Aun así, "no podemos evitar lesiones como las que hemos tenido esta temporada, ¡ya nos gustaría!", explica en referencia a la racha de lesionados como Mathieu, Banegas o la más reciente recaída de Sergio Canales. De este último jugador, que estará de nuevo seis meses retirado de los terrenos de juego al volver a sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha, el doctor Candel comenta: "Está cuantificado que entre el 8 al 12% de los deportistas vuelven a tener recaídas de la misma lesión, este es el caso de Canales".
Por otra parte, también está el diseño de diferentes protocolos de actuación en casos de necesidad. Uno de los más cuidados es el que atiende a jugadores que puedan desplomarse en los partidos. "En el caso del Valencia C. F., y dentro del trabajo de prevención, realizamos a todos los jugadores estudios cardiovasculares al principio de cada temporada. Además, los médicos intensivistas que están a pie de campo cuentan con desfibriladores y existe un plan de evacuación inmediata al hospital. En el campo, el Valencia cuenta con cinco desfibriladores, más el que tenemos nosotros y otro en el campo de entrenamiento. Además, todos los empleados del club reciben un curso de reanimación cada dos años", explica.

La experiencia de la Selección

Sin duda, el doctor Candel también se acuerda del trabajo de sus 'colegas' para aprender más en esta profesión. "Salí del Valencia en 2005 por varios motivos. Uno de ellos es que al cambiar la junta directiva creó un nuevo proyecto en el que yo no tenía hueco y, en ese momento, apareció la muy tentativa oferta de la Selección. Con este trabajo tuve la fortuna de poder visitar a todos los equipos que aportaban jugadores donde me facilitaban información de cada deportista. Pero ahora he vuelto al Valencia y estoy muy contento".
Como los jugadores vienen de diferentes equipos, siempre cabe la duda de cómo es de fácil y eficaz el trabajo de los médicos de la selección. "Es diferente porque en un club estás día a día con ellos, pero en la selección lo normal es que antes de cualquier torneo pasemos un mes o mes y medio con los chicos, viviendo con ellos y viéndolos cada día. Con esto y la información que recopilamos no hay ningún problema", señala.
Además, subraya que tampoco le dieron muchos quebraderos de cabeza. "Todos ellos respetan mucho nuestro trabajo, por lo que siguen nuestros consejos sin problemas aunque, por ejemplo, alguno me llamaba 'doctor Hambre' con las dietas que poníamos", recuerda entre risas. "Pero afortunadamente son todos muy majos y los entrenadores igual, hay mucha cooperación. El fútbol se está profesionalizando y los jugadores también. Se cuidan. Gente con más de 33 años, como Puyol o Xavi, siguen jugando y es porque se cuidan", destaca.
Entonces ¿existe para el doctor Candel algún momento malo de este trabajo? "Quizá lo peor puedan ser los desplazamientos largos, pero de todas formas, esto es lo que me gusta y no lo cambio por nada", comenta.

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